martes, abril 05, 2011

El ‘tonto’ del tocomocho, del otro socialismo de la ‘derecha extrema’.


Se ha decantado como el nexo perfecto entre el socialismo parasitario oficial y el socialismo de la ‘derecha extrema’, sustentando a ambos mediante el embaucamiento de masas previamente corrompidas intelectual y moralmente, fácilmente manipulables para el voto y la agitación -como viejo instrumento de amedrentamiento que tanta renta le reportara al socialismo nazi de Hitler- que vieron en él al ídolo perfecto, admirando sus aptitudes en su gran capacidad para ejercer su inmoralidad exenta de escrúpulos sin inmutarse, recibiendo sus manipulaciones, sus estafas, su resentimiento y su ruin talante delictivo, con asombroso júbilo y alborozo feliz e inquebrantable lealtad.

Pero todos estos tejes manejes de zp, son coherentes con su condición socialista, convirtiéndose en su única verdad, como excepción que confirma su regla. Estos hechos son un calco que reviven los de la era Felipe. No olvidemos que ETA es socialista y el GAL es socialista, como también lo eran el GRAPO, el FRAP y Terra Lliure. Si unimos estas circunstancias a la memoria histórica del socialismo y especialmente en sus protagonistas destacados, personificados entre otros muchos, en Lenin, Stalin, Nikita, Hitler, Mussolini, Mao, Polpot, Castro, Carrillo, Jomeini, Gadafi... veremos que todo encaja como anillo al dedo. Lo atípico y anormal, sería lo contrario. Que no haya terror, muerte y expolio, donde hay socialismo, conformando su paisaje de horror, marginalidad, miedo y desconcierto, como única aplicación real de su ideología de corrupción del estado y hatajo de la justicia, hacia su único objetivo de poder y lucro.


Lo que sí resulta chocante, es que los sectores sociales que se localizan como sus principales focos de víctimas, pacientes de muerte, miseria y hambruna, los voten una y otra vez en masa, sin pedir perdón ni una sola vez, al resto de sus compatriotas por los terribles daños infligidos mediante sus votos. Pero la explicación reside en la apariencia de dos partes tan duramente confrontadas durante el ‘espectáculo’, como fuertemente unidas en sus más íntimos deseos, y que a lo largo de los siglos pulieron las técnicas y las prácticas de la manipulación y del engaño.

La aparente contradicción de zp, en su empeño por integrar el terrorismo socialista etarra en el estado socialista del GAL, por un lado, y su idílica exaltación por la gran empresa nacional y multinacional pidiendo su continuidad, por otro, manifiesta el doble juego del socialismo de izquierda en nexo de comunión inseparable con el socialismo de derechas o ‘derecha extrema’, que deja claro el doble juego de una única identidad, que mostrándose públicamente como facciones enemigas a tres bandas (socialismo oficial, de derecha y de terrorismo), operan hacia un mismo objetivo desde frentes opuestos, exprimiendo entre ambos a su víctima común: todo aquello que es producido por el esfuerzo y los méritos ajenos.

Una magnífica puesta en escena que hacen buenos y altamente rentables, trucos tan viejos como la humanidad. El del tocomocho o el del ‘poli bueno y el poli malo’, que incita al reo a confiar en uno de los que siempre serán sus dos enemigos. El ‘socialista bueno de izquierdas’ permanentemente señalando al ‘socialista malo de la derecha extrema’, erigiéndose en paternalista defensor de sus oprimidos obteniendo el voto del incauto con el que recibe su parte de poder soberano, para ser masacrado con él, por ambos socialismos. Por el ‘bueno’ y por el ‘malo’, caras ambos de una misma moneda.

Así el socialismo pone a los buenos y pone a los malos, escenificando una dura batalla en la que implican a sus víctimas. También ponen el terrorismo, para cuando les fallan sus técnicas, puentear las leyes y al estado. Se llaman socialistas, como se pueden llamar Juan, Pedro o ‘mano negra’. Solo son embaucadores, estafadores y asesinos, unidos y reunidos contra todo el que obtenga algo que resulte de su interés. Ellos elaboran el guión. Ellos mismos representan al héroe y al villano. Al ‘bueno’ al ‘feo’ y al ‘malo’, mientras tras el telón reparten el botín obtenido de los que acuden a su reclamo, para ser voluntariamente esquilmados.

Zp aguantará hasta el fin de la legislatura. Así se lo ordenó el ‘Don’. El del socialismo ‘malo’ de la ‘derecha extrema’. Es de suponer que sus posibles sucesores se despedacen, y así poder volver a ser el mejor candidato, olvidadas sus fechorías por el débil imaginario de un pueblo muy desmemoriado, tras unos meses astutamente mantenido en segundo plano. El ‘padrino’ está satisfecho y no es para menos. Nunca amo alguno se benefició tanto ni tuvo a su lado, tan leal y servil vasallo. No se desprenderán de él. Zp siempre estará donde siempre estuvo, salvo en la era de obligada honradez vigilada por Franco. Cambiara el nombre y el cuerpo, pero nunca su repugnante condición de traidor y fiel capataz de su amo. Llámese Felipe, ZP, Gallardón o Blanco. Socialistas todos. Desde los subalternos, pasando por terroristas, hasta el gran ‘padrino’ y sus reales aledaños.

Víctimas y criminales, delimitan nítidamente la luz y la sombra que define la indolente criminalidad de nuestro estado.


Clandestino